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La Virgen de Zapopan contra el Chan del agua

Clemente Corona Bojorge




En 1952 la laguna de Chapala estaba teniendo un periodo de sequía muy grave, tanto así que se podía caminar desde la isla del Presidio hasta Chapala, de Cojumatlán hasta Ocotlán. Toda la gente estaba muy preocupada por el problema, pero un día, un pescador que se encontraba con otros amigos pescando con unas tarrayas se le apareció un señor de barba muy larga y cabello verdoso, con unas ropas muy viejas y descalzo, lo más sorprendente es que venía caminando por encima del agua.


El pescador se quedó muy sorprendido al verlo, el señor se paró enfrente de él y le comentó que deberían ir saliendo de estas tierras por que el agua iba a comenzar a subir rápidamente y pudiera pasar que quedaran atrapados y se ahogaran él y sus amigos. El anciano siguió su camino y el pescador rápidamente fue a buscar a sus compañeros para decirles lo que había visto. Se les acercó y les contó todo, varios de ellos se rieron de él, pero el compañero más grande les dijo que posiblemente pudo haber sido el Chan del agua, quien vino para darles un aviso, los demás comprendieron el asunto y decidieron irse rápidamente del lugar; a los pocos minutos el cielo se comenzó a obscurecer y la lluvia procedió a soltarse.


El lago empezó a llenarse de agua y todos los compañeros creyeron que realmente el Chan del agua les había avisado, pero poco después se enteraron de que ese mismo día que vieron al Chan del agua hubo una peregrinación en Chapala donde trajeron a la Virgen de Zapopan para que la lluvia llegara. Fue así que la lluvia comenzó a azotar los pueblos y toda la población creyó que había sido la Virgen que les trajo el agua, pero sólo unos pocos de la comunidad de Mezcala supieron que el Chan del agua había salvado el lago otra vez. (Corona, 2016, pp. 74-75)







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