La Pepona

Había una vez una señora española que amaba mucho a su esposo, un hacendado güero de ojos verdes que tenía muchas propiedades ya ven que antes pues los hacendados eran personas muy ricas y tenian muchos peones. Un domingo en la plaza pues salían a misa y la señora se quedaba platicando con sus amigas afuera del templo, ese día el esposo se fue temprano, y pues las amigas le empezaron a decir que su esposo estaba engañándola con otra.

Entonces cuando eso pasó, la señora empezó a investigar y pues se enteró que si era cierto. Cuando supo todo, la señora fue al mercado y compró una pepona y le puso el nombre de la amante en el pecho de la muñeca. Ya cuando llegó a su casa agarró a la pepona y la puso sentada en la cama, y cuando llegó su esposo vió la muñeca allí sentadita, la agarró y se sorprendió al ver el nombre de su amante escrito, y allí supo que su esposa ya sabía que la engañaba. Antes pues las mujeres se tenian que aguantar las infidelidades ahora ya no.